El origen del nombre de nuestro continente.
El nombre de América se debe al navegante italiano Américo Vespucio. después de los viajes de Colón, Vespucio se embarcó rumbo a los nuevos territorios. En 1502 publico una carta de navegación en la que describía sus viajes y afirmaba que Colón no había llegado a la India, sino a un continente hasta entonces desconocido ubicado entre Europa y Asia. Gracias a los mapas hechos por el cartógrafo alemán Martín Waldseemuller, en 1507, se confirmo esta idea y se llamó América al continente, en honor a Américo Vespucio.
La enfermedad española.
la viruela es una enfermedad infecciosa ocasionada por un virus que se manifiesta con erupciones en toda la piel, fiebre muy alta y dolor de cabeza, siendo esta un valioso aliado para los españoles durante la conquista por ser desconocida por los indígenas.
Sitio.
Era llamado así al hecho de aislar a una población o fortaleza para apoderarse de ella, los mexicas resistieron tres meses, hasta que los españoles apresaron a los señores de Texcoco y Tlacopan, comenzando la caída de Tenochtitlan y el surgimiento de la Nueva España.
Nueva España.
El virreinato de Nueva España fue el nombre que la administracióndel reino de España le dio a la región del continente americano en los territorios mexicanos y los estados de California, Nevada, Colorado, UTA, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washintong y gran parte de los estados de Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma y Lousiana, así como la parte suroeste de la colonia británica en Canadá, que en el periodo en el que México era colonia de España, es decir, a comienzos del siglo XVI y principios del siglo XIX.
Los bergantines
Un Bergantín es un barco generalmente de dos mástiles con todo su aparejo formado por velas cuadradas, es decir, velas dispuestas en los mástiles colgando de ver gas transversales respecto al eje longitudinal de la nave. Fueron usados por los españoles y eran mas veloces y contaban con cañones, sin embargo en la primera batalla naval ocurrida en América en mayo de 1521, numerosas canoas de los mexicanos lograron detener el avance de los bergatines a pesar de ser mas veloces.
¿Quién fue la Malinche?
Este sinónimo de “traidora” o “traidor” es parte del lenguaje común al considerarse que la Malinche traicionó a los suyos y apoyó a los españoles en la conquista de México.
Pero ¿quién era la Malinche? Los datos acerca de ella nos los proporciona Bernal Díaz del Castillo, quien señala que doña Marina –nombre que le dieron los españoles cuando la bautizaron– era “gran señora y cacica de pueblos y vasallos”, hija de los caciques de Painala, cerca de Coatzacoalcos. Muerto su padre, su madre se casó nuevamente y tuvo un hijo a quien querían entregar el cacicazgo, por lo que dieron a Malinche a unos indios de Xicalango, quienes a su vez la entregaron a indígenas de Tabasco y éstos a Cortés a su paso por el lugar (Díaz del Castillo, 1943). Lo que debe quedar claro para nuestro propósito es que no era de origen mexica, es decir, que no estaba traicionando a su pueblo, sino por el contrario, ella pertenecía a otro grupo que estaba bajo la amenaza que representaba Tenochti-tlan y su acción expansionista para sojuzgar pueblos a los que se les imponía tributo. Las circunstancias la colocaron en la situación de ayudar a su pueblo ante la amenaza que representaba el mexica al igual que lo hicieron los pueblos totonacos de la costa y la sierra, cuando informan a Cortés que estaban sujetos al señor Moctezuma y el capitán español promete ayudarlos en su contra, lo que decide a Cortés a emprender la conquista de Tenochtitlan al percatarse que estaba entre indígenas que lo apoyaban, como más tarde harían muchos otros pueblos que se le unen en contra del mexica.
Que el papel de la Malinche fue importante durante la guerra de conquista y aún después es innegable. Ella hablaba varias lenguas indígenas, entre ellas el náhuatl y el maya. Esto fue de enorme ayuda para Cortés, pues la manera en que se entendía con los mexicas —que hablaban el náhuatl— era de la siguiente manera: Moctezuma se dirigía a Cortés en náhuatl; la Malinche lo traducía al maya a Jerónimo de Aguilar, aquel náufrago que había llegado a las costas de la península de Yucatán junto con Gonzalo Guerrero, y Jerónimo lo traducía al castellano a Cortés. Con esta triangulación de lenguas se entendían aunque en alguna ocasión trajo la incomprensión de uno u otro lado.
Pero ¿quién era la Malinche? Los datos acerca de ella nos los proporciona Bernal Díaz del Castillo, quien señala que doña Marina –nombre que le dieron los españoles cuando la bautizaron– era “gran señora y cacica de pueblos y vasallos”, hija de los caciques de Painala, cerca de Coatzacoalcos. Muerto su padre, su madre se casó nuevamente y tuvo un hijo a quien querían entregar el cacicazgo, por lo que dieron a Malinche a unos indios de Xicalango, quienes a su vez la entregaron a indígenas de Tabasco y éstos a Cortés a su paso por el lugar (Díaz del Castillo, 1943). Lo que debe quedar claro para nuestro propósito es que no era de origen mexica, es decir, que no estaba traicionando a su pueblo, sino por el contrario, ella pertenecía a otro grupo que estaba bajo la amenaza que representaba Tenochti-tlan y su acción expansionista para sojuzgar pueblos a los que se les imponía tributo. Las circunstancias la colocaron en la situación de ayudar a su pueblo ante la amenaza que representaba el mexica al igual que lo hicieron los pueblos totonacos de la costa y la sierra, cuando informan a Cortés que estaban sujetos al señor Moctezuma y el capitán español promete ayudarlos en su contra, lo que decide a Cortés a emprender la conquista de Tenochtitlan al percatarse que estaba entre indígenas que lo apoyaban, como más tarde harían muchos otros pueblos que se le unen en contra del mexica.
Que el papel de la Malinche fue importante durante la guerra de conquista y aún después es innegable. Ella hablaba varias lenguas indígenas, entre ellas el náhuatl y el maya. Esto fue de enorme ayuda para Cortés, pues la manera en que se entendía con los mexicas —que hablaban el náhuatl— era de la siguiente manera: Moctezuma se dirigía a Cortés en náhuatl; la Malinche lo traducía al maya a Jerónimo de Aguilar, aquel náufrago que había llegado a las costas de la península de Yucatán junto con Gonzalo Guerrero, y Jerónimo lo traducía al castellano a Cortés. Con esta triangulación de lenguas se entendían aunque en alguna ocasión trajo la incomprensión de uno u otro lado.
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